Esta baliza entre la isla de Ons y la entrada a la ría de Pontevedra (Mera, corrígeme si me equivoco) es una de la razones de mi admiración por los constructores de faros, desde el ingeniero que lo proyecta hasta el peón albañil que está a pie de obra. O sea: en medio del agua, con la tierra firme más cercana a varios metros por debajo, va y consiguen levantar una torre, que frague el hormigón y se mantenga sólida, en un periodo de tiempo en el que supongo que el mar no estaría siempre como un plato (como en la foto) y habría olas que dificultaran mantener la vertical. Pero ahí está, tiesica tiesica, marcando el camino y sirviendo de posadero para gaviotas y otras aves.
1 comentario:
Afirmativo: Las fotos son tan buenas, que voy a dejar de halagarlas. Es la torre Baliza del Picamillo. Es la marca de estribor del Canal entre la orilla norte y los bajos de Picamillo y Camouco. Los maestros en este tipo de obras fueron suecos, británicos y frances. Los españoles copiamos un poquito. Un abrazo.
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