martes, 25 de octubre de 2022

San Antón, el protector de la ciudad

Esta es la segunda mitad de la segunda razón de mi paso veraniego por A Coruña. Es la baliza verde del castillo de San Antón. Esta sí está en servicio. También la encontré gracias a la guía de González Muñiz.

Es accesible, pero en el horario del Museo Arqueológico e Histórico de la ciudad. Y como Murphy y su ley son Murphy y su ley, pues el día que fuimos ya estaba cerrado. Una pena, me tuve que conformar con verla de lejos. Pero fue para bien y sorprendente. Ofrecía una vista que integraba la arquitectura antigua del castillo de San Antón con el paisaje urbano de la A Coruña actual de fondo, equilibraba la industria del siglo XIX (el faro es de 1861) con la del siglo XX y XXI, las grúas portuarias. Quedaba curioso.

Este castillo, y por tanto la luz que se encuentra en su patio, está en un islote a la entrada de la bahía de A Coruña. El edificio tenía la misión de proteger a cañonazos la ciudad. Que se lo pregunten a Francis Drake, el pirata-corsario de la reina Isabel de Inglaterra (la que lleva más tiempo muerta), que no se ganó aquí su título de sir. 

Pero antes de la fortaleza hubo una capilla dedicada a san Antón que también servía de lazareto para las cuarentenas de marinos y viajeros con enfermedades infecciosas. O sea, protegía a la ciudad de enfermedades y epidemias. Y como suele ser habitual en este tipo de instalaciones de uso variable, hubo un tiempo en que fue prisión. Otro nuevo galón protector, este del orden y la seguridad pública.

Para completar este currículum de ángel de la guarda, levantaron esta baliza para proteger la entrada de los buques y navíos al puerto y terminaron por dar un uso cultural al edificio en 1968  con la apertura del actual museo y custodiar el patrimonio histórico. 

Por cierto, san Antón es el patrón protector de los animales.

Ah, casi se me olvida, el islote ya no es tal, está unido por una pasarela a tierra. Se puede llegar en coche hasta la puerta. Otra cosa es poder aparcar.

Altura: 6 metros
Plano focal: 17 metros
Dos destellos de luz verde cada 7 segundos
Alcance: 5 millas.
Visitable y accesible.

 

martes, 18 de octubre de 2022

En Oza sí parece que tiene éxito

Os presento a la primera mitad de la segunda razón de mi paso veraniego por A Coruña. Es la baliza de Oza. Como podéis suponer, la primera razón para venir a esta ciudad no es otra que la Torre de Hércules, pero de esto ya hablaremos otro día. 

En cuanto a la baliza de Oza, no sabía nada de su existencia hasta que llegó a mis manos La guía completa de faros del Cantábrico y Galicia, de Félix González Muñiz. Ya le dediqué esta entrada.  

Puesta en marcha en 1917, la baliza de Oza tenía como objetivo señalar la entrada a la ría de A Coruña por el norte. Formaba parte del mismo sistema de luces de ayuda que las de Mera. Quince años más tarde se remodeló y se le añadió otra luz para convertirla en una enfilación. Pero no duró mucho, ya que la construcción de un dique de abrigo en la zona en 1955 obligó a desplazar esta enfilación hasta la punta de Fiateira. Finalmente, en 1963, dejó de estar en servicio. 

Y desde entonces es un ejemplo más de qué se puede hacer con estos edificios en desuso que han perdido su principal función. Son un patrimonio industrial (no olvidemos que es un edifico con una función muy específica), arquitectónico y, en este caso particular, también urbano. Su ubicación es impresionante, vigila a sus pies la concurrida playa de Oza, el Club Marítimo del mismo nombre, la dársena y el varadero para los barcos pesqueros. A su espalda está el Hospital Marítimo de Oza y algún centro universitario. 

Sé que ha habido varios intentos de darle vida y convertirlo en un centro de actividades culturales y sociales. La Asociación Armada Invencible lo tuvo un tiempo a su disposición. La Autoridad Portuaria cedió su uso al Ayuntamiento y desde 2018 es un espacio abierto que los empadronados coruñeses pueden solicitar para cualquier clase de eventos, tanto privados como públicos que no sobrepasen un aforo de 50 personas. Con la pandemia de 2020 se clausuró, pero en verano 2021 volvió a la vida. Y ahí sigue con el calendario de octubre casi lleno. 

Lo dicho, un ejemplo. Y una demostración práctica de que no tiene que ser siempre un hotel la solución. Hasta donde yo sé no hay visitas abiertas a la linterna, pero quizá es que no me he enterado.

Altura: 7 metros
Plano focal: 56 metros
Fuera de servicio.
Accesible.

 

martes, 11 de octubre de 2022

Visitar al farero siempre es bien, aunque ya no esté


Esta es una entrada rápida a caballo entre dos luces. De hecho, es sobre un edificio que se levanta entre las dos torres de Mera y corresponde al antigua casa del farero. En su interior se ubica el Aula do Mar

Este espacio, que entró en funcionamiento gracias a un convenio firmando por el Concello de Oleiros y la ya desaparecida Fundación Arao, actúa como centro de recepción de los visitantes del Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes. Cuenta con una exposición interpretativa permanente sobre la Costa de Dexo-Serantes, miradores y una amplia terraza. Alberga una exposición interpretativa permanente, distribuida en dos salsas y dos miradores acristalados, un laboratorio, espacios para la proyección de audiovisuales y puntos de observación ornitológica. 

Destacan la reproducción de una furna (una cueva excavada por el mar en un acantilado) en la que se pueden percibir sus sonidos y olores reales, así como conocer la flora y la fauna y la de un percebeiro a tamaño natural en plena faena. También hay una sala con varias luces y lentes de señalización marítima y ayuda a la navegación. 

En el Aula do Mar se ofrece información sobre las conductas aconsejables dentro del Monumento Natural para causar el menor impacto posible en el entorno y sobre rutas de senderismo que recorren el paisaje.

martes, 4 de octubre de 2022

Cuando la pequeña es la favorita

Hay que ver cómo cambian las cosas con la perspectiva y el paisaje. Si en su soledad, Mera posterior, la hermana mayor. resulta impresionante, solemne, altiva y también algo solitaria y recogida sobre sí misma, su  hermana menor, Mera anterior se presenta pizpireta, alegre, vistosa y sociable. Abierta sobre la bahía que da enrada a la ría de A Coruña, con todo el océano ante ella, la vecindad de la Torre de Hércules con la que intercambiar destellos y saludos, son numerosas las embarcaciones que asus pies desfilan y más todavía los paseantes que por su lado recorren la senda que bordea la punta del mismo nombre.

La luz lo es todo. Y el mar. Porque no es lo misno un faro recortado contra el cielo y sobre un paisaje de arbustos compactos y bajos (por mucho encanto que tenga en los páramos de Northumberland) que destacar entre el cielo y el mar en un día de sol. 

Por eso Mera anterior se lleva la fama y las fotos. Pedidle a tío Google (o a otro buscador de vuestra elección, que los de California no me pagan por usuario. Bueno, en realidad ni por eso ni por nada) una búsqueda rápida  con "faros de Mera" y veréis cual de los dos es el preferido.  Y así ha sido desde 1917, cuando se pusieron en marcha.

Altura: 14 metros
Plano focal: 56 metros
Destello de luz blanca y roja. En el sector 0º a 23º, luz roja; entre 23º y 100,5º, oscurecida; roja de nuevo en el sector 100,5º-105,5º; luz blanca entre  105,5º y 114,5º, y roja desde d1055º a 151. Ocultaciones cada cuatro segundos
Alcance: 8 millas.
Visitable y accesible.