martes, 14 de febrero de 2023

Aviso a navegantes y estela recordatoria

La baliza de Carrumeiro Chico es una marca de peligro aislado a cuyo alrededor las aguas son navegables. Una torre negra con, en este caso una banda central roja. En el tope tiene dos bolas superpuestas que complementan el aviso. Se encuentra en la ría de Corcubión, a medio camino entre cabo Cee y las islas Lobeiras.

Su labor es avisar de la presencia de una peña sumergida, Carrumeiro Chico, que cuenta a sus espaldas con un nutrido historial de naufragios. De hecho, la zona recibe el sobrenombre de Cementerio de los Vapores Griegos. Pero son unos pocos los de esa bandera, el Manoussis, que naufragó en 1920, el Constantinos Pateras en 1922 y el Mount Parnes en 1935. A ellos hay que sumar los barcos británicos Rosalie en 1905 y Albión en 1908), el ruso Maria en 1910, además de restos de embarcaciones del siglo XVI y del XIX. Creo, que en la ría hay hasta diez pecios que han entrado en el plan de protección de yacimientos subacuáticos. 

Bajo el agua se localizan calderas de los viejos vapores, anclas, restos de los cascos y estructuras de los buques. Además, dicen quienes lo han visto, que los cargamentos de mineral hundidos han formado una especie de playa submarina muy interesante. 

Está claro que esta señal de aviso está más que justificada.

Altura: 8 metros
Plano focal: 10 metros
Dos destellos blancos cada 15 segundos.
Alcance: 10 millas.
Accesible en embarcación

martes, 7 de febrero de 2023

La jibarizada directora de la ría de Corcubión

 

Pasado Fisterra hacia el sur la Costa da Morte queda atrás y se enfila hacia las Rías Baixas. El final de este viaje por los faros gallegos ya se intuye. Ante nosotros ya solo quedan las rías de Corcubión y de Muros y Noya para completar la línea de luces que vigila e ilumina el norte de la costa atlántica española. Hasta Corrubedo llegamos mi Santa y Paciente en el primer viaje a los faros gallegos que iniciamos en cabo Silleiro. Ahora venimos desde la Torre de Hércules. Es el comienzo de la recta final. Pero a Galicia volveremos. 

La baliza de Cee, aunque es generalmente conocida como el faro de Cee, es un ejemplo más de la jibarización de las luces de costa. La hermosa linterna que hasta ahora asociábamos a los faros desaparece en favor de una minilinterna que da el mismo servicio pero probablemente resulte más económica, más fácil de mantener y más sencillo de montar y desmontar. 

No es el primer caso que vemos en este tramo. Hasta ahora, punta da Barca, Laxe y Roncudo que recuerde: pero hay más, sobre todo balizas. Es lo que tiene la tecnología.

El cabo sobre el que se asienta esta luz se encuentra en el centro de la amplia bahía que va desde Fisterra hasta Carnota. Y en ella se puede encontrar de todo, el único río que desemboca directamente en el mar con una cascada: el ría Jallas en la casada de Ézaro, islas desiertas con faros abandonados; Lobeiras, playas de arenas blancas y aguas azules como la de Gures, Pindo o Carnot, un fuerte privado en venta: el Casillo del Príncipe (creo que cinco millones de euros era el precio, pero no estoy muy seguro o sea que no me hagáis mucho caso, no hace falta que miréis vuestros bolsillos). Tampoco hay que olvidar el monte Pindo, justo enfrente del faro.

Y la baliza de Cee es la directora de orquesta tomando el testigo de Fisterra para las embarcaciones que entran en la ría.

Una curiosidad. Hay quien llama a esta baliza faro de Corcubión y aseguran que lo de Cee es por la letra C inicial de Corcubión. Hay gente para todo.

Una pregunta. ¿se sigue usando jibarizar o queda muy boomer?

Altura: 8 metros
Plano focal: 27 metros
Tres destellos blancos cada 15 segundos.
Alcance: 10 millas.
Accesible.