martes, 27 de abril de 2021

¿Es Île Noir la Isla Negra de Tintin?

Cuando no hay mucho que contar pero hay que vender, pues se sugieren ideas. No sé si Hergé, el padre de Titntín, estuvo alguna vez en la bahía de Morlaix. Los lugareños afirman que sí. Algo así como las visitas de Hemmigway a Pamplona por San Fermín. Según cuentan, frecuentaba el pueblo de Locquénolé y desde allí contemplaba la silueta del faro y la casa del guardián en medio de la ensenada. En 1938 se automatizó el faro y ese mismo año se editó la séptima aventura de Tintín titulada La isla negra como álbum en blanco y negro. Pues verde y en ensalada... lechuga. Nace la leyenda y a los visitantes se les cuenta una bonita historia que tragas con ganas si eres fan del reportero belga (es mi caso). Pero siento disentir (también soy un escéptico hijo de una ciudad en la que abundan las historias y leyendas apócrifas de dudosa  realidad que cuidamos, enriquecemos y contamos con entusiasmo a nuestros huéspedes) pues me temo que va a ser rúcula (o escarola, o espinaca, o canónigo, o...). Teniendo en cuenta que parte de la aventura transcurre en Escocia, me inclino ante la posibilidad de que el faro sea alguno de los de allí, sobretodo sabiendo que Hergé se documentaba con una exhaustividad casi maníaca. De hecho, su silueta me resulta familiar, pero ahora no caigo.

Altura 14 metros
Plano focal, 15 metros
Dos ocultaciones cada 6 segundos. Luces blanca en el sector 221º a 51º, verde de 51º a 135º y roja de 135º a 211º roja.
Alcance, 11 millas la luz blanca, 8 millas las luces roja y verde

martes, 20 de abril de 2021

Louet te espera... el próximo año

El faro de la isla de Louet, en la embocadura de la bahía de Morlaix, casi en la muga entre Finisterre y la Costa de Armor, se yergue en uno de los islotes que protegen la entrada a esta rada y flanquea por el este al castillo de Taureau, que como suele ser habitual ha sido bastión militar y cárcel. No sé si también hospital de apestados e infecciosos, no me extrañaría, hubiera sido para bingo. Pero volviendo al faro de la isla de Louet, justo enfrente de la ciudad de Carentec (en el lado este de la bahía), automatizado desde los años 60, la casa del guardián estuvo deshabitada hasta hace poco, que fue restaurada y pasó a ser un alojamiento turístico. Sí, y del bueno, en el que por un máximo de dos días y dos noches, puedes disfrutar de las instalaciones al más puro estilo farero. Es una estancia  de tú te lo guisas, tú te lo comes. Te dan la llave y te las apañas para llegar hasta la isla por tus propios medios. La tarifa es fija y da igual el número de huéspedes hasta, creo, un total de 10. Mola. Toda la información: aquí. Para los que os hayáis entusiasmado (como yo), todas las plazas de este año 2021 ya están ocupadas (ooooooooooooooh). Para los que sois capaces de mantener el entusiasmo  mucho tiempo (como yo, creo), Las reservas para el año 2022 se abren en noviembre (ay, qué ansia).

Altura 12 metros
Plano focal, 17 metros
Grupo de tres ocultaciones cada 12 segundos. Blanco sector de 305º a 244º, verde de 244º a 305º
Alcance, 15 millas la luz blanca y 19 millas la verde
Visitable si te alojas, de abril a octubre

martes, 13 de abril de 2021

Ponga un faro en su terraza

 

 Y reciba visitas solo los jueves de julio y de agosto, no sea que se le llene de turistas. Esta luz de alineación para entrar en el puerto de Roscoff es la reedificación de principios del siglo XX de la anterior torre, levantada a finales del XIX. Incrustada en el pueblo, ni las construcciones aledañas desentonan con su estilo arquitectónico, ni ella desentona con el resto del pueblo, que es uno de esos que llaman en Bretaña "pueblo con carácter", uno de esos que se convervan extraordinariamente bien y que en el pasado fue uno de los puntales del comercio con Inglaterra. De él salían innumerables productos que los vecinos del otro lado del canal de la Mancha (Mange para los bretones y galos en general, English para los súbditos de su Graciosa Majestad) consumían con ansia, entre ellos la especialidad local: la cebolla rosa. Habrá que proponer un hermanamiento, un jumelage entre los roscoffetenses y los cebolleros navarros, los de Huarte. Quién sabe lo rica que podría estar la sopa de cebolla si intercambian recetas. 

Justo enfrente de este pueblo se encuentra la isla de Batz,y en ella se encuentra el faro del mismo nombre que da servicio a estas aguas. Hay un pequeño ferry que los comunica.

Por cierto, ahora que estoy repasando las fotos, me da la sensación de que los faros franceses, los que realmente tienen categoría de faros, en su mayoria son torres circulares, mientras que los feux d'alignement, tienden a ser torres cuadradas. Ahora mismo se me están ocurriendo varias excepciones a esta generalización, pero oye, se da mucho.

Altura 24 metros
Plano focal, 26 metros
Luz blanca con tres ocultaciones cada 12 segundos.
Alcance, 15 millas
94 escalones
Visitable, pero solo los jueves de julio y agosto

martes, 6 de abril de 2021

Ponga un faro en su trigal

Bueno, en realidad no es un faro, es una luz de alineación y forma parte del grupo de luces que guardan la entrada al estuario del río Wrac'h. En concreto, este de Lanvaon hace pareja con la baliza de la isla de Wrac'h y dirigen a los barcos hacia la seguridad del puerto de Warc'h. Creo que ya he comentado que por estos lares les gustan las cosas claras y sencillas. Bueno, volviendo a Lanvaon, se yergue a tres kilómetros en línea recta de su compañero de baile, en medio de unos campos de cereal bastante majos. No es una torre muy espectacular, ni siquiera bonita, aunque queda sí resultona. Se levantó, allá por mediados del XIX, para sustituir el fanal del campanario de la iglesia de Plouguerneau, que aunque hacía su labor, esta era manifiestamente mejorable, especialmente porque se ubicaba todavía más alejado y en caso de mal tiempo o niebla era prácticamente invisible.

Cuando llegamos a esta torre volvimos a encontrarnos con un ejemplo de la importancia que los franceses en general y los bretones en particular dan a su patrimonio. Y me refiero a la sociedad civil, a los vecinos del farero que ya no está. La última farera fue Soizic Corre, que dejó su puesto en 1994, cuando se electrificó la luz. Al igual que cuando visitamos Trezien, llegamos el día que celebraban la fiesta anual del feu de Lanvaon. Organizado por la Asociación Lanvaon, su objetivo no era otro que recaudar dinero para la rehabilitación y conservación de la torre, así como dar a conocer la historia de los tres faros de la zona. Para ello habían organizado una megacomida a base de los muy tracidionales, sencillos y sabrosos moules-frites (nota mental: algún día habrá que hablar de estos mejillones cocidos con patatas fritas, son un descubrimiento), venta de productos locales y música. Además en ese 2018 el faro de Lanvaon cumplía 150 años. Fiestón.

La estructura de torre cuadrada con remate triangular es muy característico de estas luces de alineación alejadas de la costa y levantadas en la segunda mitad del XIX, Por cierto, si alguien se lo esta preguntando, no hay escaleras de caracol. En el lado de los ventanucos va una escalera de las tradicionales, de las de tramos con su descansillo para una silla o un tiesto con plantas. Son dos tramos por piso para un total de cinco alturas.

Altura 27 metros
Plano focal, 55 metros
Un destello blanco cada segundo.
Alcance, 12 millas
276 escalones
Visitable desde el exterior (pero la web de la Asociación Lanvaon lo enseña muy bien)