sábado, 31 de diciembre de 2022
A por el 2023
sábado, 24 de diciembre de 2022
Hoy es Nochebuena y mañana Navidad
Feliz Navidad y felices fiestas a todos. Que la luz ilumine vuestras singladuras y vuestros rumbos. A pesar de los pesares, de las circunstancias, procurad celebrar lo bueno que tengáis y aferraos a ello.
martes, 13 de diciembre de 2022
El centinela
El faro de cabo Vilán es uno de los más señalados, por no decir el más emblemático, de la Costa da Morte y de toda Galicia. Habitado por una farera hasta hace muy pocos años, es uno de los más visitados. Tiene la magia romántica del faro torre aislado (siempre me pregunto cuando escribo algo así qué opinan los que vivieron en él) en una punta rocosa abierto a todas las inclemencias meteorológicas. Una prueba de ello es el acceso desde la vivienda del farero hasta la torre, convertido en un túnel para evitar que el viento se lleve al torrero.
Hay muchas cosas que ver. Y lo bueno es que se pueden ver dentro. Es decir, que es visitable. Lo gestiona una asociación local de empresarios de Camariñas.
La visita no es perfecta porque no se puede visitar la torre ni subir a ella. Sigo sin entender cómo hay autoridades que no ven el valor de esto. No me refiero en este caso a los empresarios de Camariñas, que hacen lo que les dejan. Pero por lo que me contó una de trabajadoras, son partidarios de hacerlo. Y mira que hay modelos distintos para poder organizar estas ascensiones a la torre. En Francia hay muchos ejemplos distintos y casi todos funcionan con mucho éxito. No es necesario convertirlo en un hotel.
En el patio acristalado del interior se expone la linterna y la óptica que hasta hace poco lució el faro de Laxe. Sobre un balda en el corredor interior del patio se exponen varias bombillas de diferentes tamaños que se han usado a lo largo de los años en distintas torres y balizas a partir de la electrificación. En una de las salas se muestran los generadores eléctricos.
También se expone un pequeño muestrario de distintos tipos de ópticas, entre las que destaca la antigua que se usaba en el propio faro Vilán.
Y fuera quedan restos, en concreto la base, del anterior faro, de 1854, pero su labor no era todo lo eficaz que se esperaba y hubo que levantar el actual, que entró en funcionamiento en 1896
También es uno de los extremos de la Ruta de los Naufragios. No hay que olvidar que en Camariñas está el famoso Cemiterio dos Ingleses, donde se enterró a los muertos que el mar devolvió tras el hundimiento del buque militar británico HSM Serpent en 1890. Solo sobrevivieron 3 de sus 175 tripulantes. Este accidente es el que provocó que el Gobierno británico presionara para mejorar la seguridad de este tramo.
Todos los 11 de noviembre se celebra la Noite dos Naufraxios en recuerdo de estas y de todas las víctimas que se perdieron en el mar.
martes, 6 de diciembre de 2022
Luces y los colores de playa que no ocultan las tragedias
Los que tengan buena vista podrán ver en el extremo del cabo que asoma por la derecha un punto blanco. El cabo es Roncudo y el punto planco, su faro. Todas las noches lanza sus guiños a su hermano, el faro de Laxe, aquí en primer plano,
Desde 1920 la torre es la misma, aunque la linterna sí que ha cambiado. La antigua se puede ver en el patio del faro de cabo Vilán. Es un ejemplo perfecto de la evolución de las linternas, de las lentes especialmente y de el sistema de iluminación. Le electricidad y las luces leds han permitido reducir esas enormes cabezas de cristal. De gigantescos cristales y pesadas estructuras, a través de la revlución que supusieron las lentes fresnel se ha pasado a luminarias más pequeñas. Les quita parte de su antiguo encanto, pero hacen su función perfectamente. De hecho, en el año 1995 las modificaciones le hicieron dar el salto de baliza a faro.
El entorno es tan impresionante como cabía esperar, pero en sus cercanías hay una curiosidad paisajística a medio camino entre lo humano y lo natural: la playa de los Cristales. Debajo del cementerio de Laxe hay un pequeño rincón, una playa que ya antes no era apta para el baño, pero ahora se ha convertido en un atractivo turístico y sigue sin poder ser apta para el baño. No entendí del todo su origen.
Al parecer este rincón se convirtió en el basurero donde se arrojaban principalmente botellas. Con el tiempo el cristal se convirtió en una especie de arena de colores que lo convierten en uno de los espacios naturales más extraños y llamativos del mundo. No es el único caso, pero no hay muchos más. Yo no lo vi, es una de las cosas que tengo apuntada en mi particular lista Queda por hacer.
Yo me conformé con ver la escultura, al lado del faro de Laxe, A espera en homenaje a los hombres del mar que han salido a faenar y a sus familiares, algunos de los cuales todavía les están esperando. En 1972, el buque pesquero Playa de Arnela chocó con unas peñas al pie del faro de Laxe y de los 12 tripulantes sólo sobrevivieron 2. 142 años antes, en 1830, el que naufragó fue el Adelaide y en este desastre murieron 16 personas.
Seguimos en la Costa da Morte.
martes, 29 de noviembre de 2022
Un gimnasio en el cabo Roncudo
Aunque en realidad tiene más de baliza que de faro y su aspecto no es nada del otro mundo, venir hasta aquí, hasta cabo Roncudo, merece la pena, más allá de por el entorno, por el paisaje (creo que esto ya ha quedado claro en otras entradas y volveremos sobre ello en próximas sospecho), porque aquí te puedes hacer una ideal cabal y real de qué supone que te llamen Costa da Morte.
Para empezar, los cruceros que hay cerca del faro. Son dos aunque en la foto solo se ve una de las cruces. Tan tiesas como el faro, igual de blancas, Incluso tienen el mismo halo melancólico. Pero el conjunto también desprende una sensación de esperanza. La esperanza que ofrece el faro de seguridad, de alcanzar puerto, de salvación, pero también de que no caerá en el olvido quien tenga la desventura de no llegar, de quedarse en el mar para siempre. Quizá no sepamos sus nombres, pero no los olvidaremos.
Por si no fuera suficiente para los que aquí llegan con la memoria algo embotada o con el inocente desconocimiento del que no sabe, en el merendero cercano han colocado un panel con un gráfico de la costa y los puntos donde han naufragado buques y embarcaciones varias. Todos con nombre y fecha.
También es difícil leerlo al natural. |
Impresiona.
Pero también descubrí que el faro de Roncudo es un gimnasio. Y no solo este, otros muchos de la zona también lo son. Fue mi hijo, el Greñas, quien me lo dijo, y junto a su hermana, la K-Poper, los que los disfrutaron.
Resulta que en ese famoso juego Pokemon Go, en el que hay que recorrer el mundo cazando bichos raros que evolucionan en lugar de crecer y con nombres a medio camino entre dinosaurios y robots de Mazinger Z, se desarrolla sobre un mapa real de la región en la que está el jugador, Y en esa zona hay gimnasios donde los bichos de un equipo (hay tres: rojo, azul y amarillo) pueden entrenar y los jugadores oponentes tienen que conquistar para el suyo.
Por lo visto, jugadores de la zona han ido creando gimnasios en varios faros, y al ser de un equipo distinto al de mis hijos, estos fueron conquistándolos uno a uno. Se hicieron con todos. Para remate, otros coequipiers los visitaban también y dejaban su propios bichos para ayudar a defender cada nueva conquista.
Y se me hizo la luz. El Greñas me explicó por encima cómo se crea un gimnasio y la verdad es que no entendí mucho. Pero sí me di cuenta de que la excursión por una veintena de faros y luces se les hizo más llevadera que si solo contemplaban paisajes y comían raxo (gran descubrimiento, por cierto) siguiendo a un padre chalado.
Aquí viene la idea: que nuestros hijos, sobrinos, nietos y sus amigos vayan a los faros mas cercanos y creen gimnasios que otros locos del Pokemon Go puedan ir a defender o conquistar.
Nos fuimos de Galicia dejando todos los faro-gimnasios de color rojo y el último que los azules reconquistaron cayó hace pocas semanas. Creo que han batido algún récord o así.
Ahí dejo la idea.
martes, 22 de noviembre de 2022
Sólo queda un pie
Sé que esta temporada voy a usar demasiado la palabra 'espectacular', pero es lo que tiene este litoral gallego. Intentaré emplear también 'impresionante', 'asombroso', 'pasmoso', 'increíble' o 'alucinante', Pero es lo que hay, que deja sin palabras. Y punta Nariga, con su faro, es un ejemplo de ello.
No sé mucho de geología, en realidad nada, pero supongo que en este punto se mezclan dos tipos de rocas y piedras, una blanda y otra dura, porque la erosión del viento y del agua ha dejado un conjunto escultórico natural asombroso (ya empezamos) que sobresale por encima de los matojos que cubren la tierra.
Y lo más interesante es lo bien integrado que está el faro en el paisaje,, una obra humana, de líneas modernas (es el faro más nuevo de los gallegos) decididamente no naturales. Pues en contra de lo que se ve en otros sitios, el resultado es completamente armonioso.
Pero al faro de punta Nariga le falta algo en una esquina. En fotos había visto una escultura en una esquina que no terminaba de identificar. Me podía la curiosidad, pero que no entendía qué era. El arquitecto César Portela, autor del proyecto de este faro, diseñó una esquina de la balconada inferior como si fuera la proa de un barco. Sobre ella, a modo de mascarón, el escultor Manolo Coia, hombre de mar además de artista, colocó la escultura de bronce Atlante.
Pero mi gozo en un pozo. Después de muchas vueltas solo encontré ese ¿pie? que se ve en la foto. En mi ingenuidad pensé que se abría roto en algún temporal de invierno. Pero no. Trasteando un poco por internet y con la ayuda de tío Google averigüé que habían robado la figura en marzo, con la llegada de la primavera. No tengo claro si la han recuperado, pero las investigaciones avanzaron y fueron sabiéndose cosicas, como esta y esta otra. O sea que me da que no.
Por lo demás, las escaleras exteriores permiten llegar hasta un balcón debajo de la linterna, lo cual ya es mucho con respecto a otros.
Y lo que se ve desde lo alto es impresionante (no hay manera de escapar)
Grupo de 3 destellos blancos seguido de otro destello blanco en periodos de 20 segundos.
Alcance: 23 millas.
martes, 15 de noviembre de 2022
De gaviotas, sirenas y faros provisionales
Con noticias de interacciones de grupos de orcas con embarcaciones de recreo en la zona y de la búsqueda de un velero francés naufragado a 14 millas de las islas Sisargas, embarcamos con O Botero, Pol Blanco, hacia ese archipiélago frente al cabo de San Adrián y a unas 2,5 millas de Malpica. Tres son sus islas principales, Grande, Chica y Malante. En sus farallones batidos por las olas los percebeiros trajinan colgados de sogas mientras varios botes vigilan su movimientos y controlan el ir y venir del agua.
La Sisarga Grande está coronada en lo alto de un faro y varios edificios más. Automatizado desde hace años, este territorio pertenece a las gaviotas y a los conejos. La primera impresión es que puede ser un buen sitio para ser un robinson, pero los chillidos de las aves hacen que sientas que puede ser muy fácil convertirse en un secundario con mala suerte de la peli de Hitchcock Los pájaros.
Desde el muelle el camino se dirige directamente al faro, aunque hay un desvío que lleva a una recoleta playa de arena dorada y posadero de gaviotas. Son casi dos kilómetros de paseo que empieza entre helechos y tojos espinosos que invaden tramos del camino para seguir por una ancha calzada en razonable buen estado para llegar a lo alto convertida en senda. De lo que apenas queda rastro es de un bosque que se plantó a mediados del siglo pasado pero que al final ha desaparecido.
El faro es de estructura clásica con edificio de una planta y la torre integrada dentro. Esto es el resultado de una modificación estructural entre 1911 y 1915. En el proyecto original de 60 años antes a la torre de la linterna se podía acceder directamente desde el exterior. Esta reforma de la segunda década del siglo XX fue tan importante que se hizo necesaria la construcción de un faro provisional cuyos restos se conservan y que a menudo se confunden con la desaparecida ermita que existió antes y de la que dicen encendía una hoguera para guiar a los barcos que navegaban por la zona. Esto nos lo aclaró el botero Pol Blanco, un enamorado de su tierra.
Lo que también hace interesante esta visita es poder ver en un edificio cercano la antigua sirena de niebla. Sobre él, que está en ruinas, asoma la bocina oxidada. Pero recorriendo su perímetro, en uno de su vanos cegados algún visitante anterior, muy curioso debía de ser, abrió un agujero en los ladrillos para asomarse al interior y contemplar la vieja maquinaria con sus depósitos y mecanismos.
Desde luego fue una visita que mereció la pena y que permitía hacerse una idea aproximada a de lo solitaria que era la vida de los fareros, aunque trabajaran en equipo o pudieran estar con sus familias.
Y mientras, mi Santa y Paciente, en la playa espantado gaviotas que se acercaban demasiado a las empanadas y los aperitivos.
Tres destellos blancos en periodos de 15 segundos.
Alcance: 23 millas.
martes, 8 de noviembre de 2022
Malpica, donde comienza O Camiño dos Faros
A izquierda de la imagen asoma la baliza del extremo del dique de abrigo del puerto de Malpica de Bergantiños y a la derecha, la baliza del muelle-tacón que asoma en la parte interior del dique.
A la vera de esta última se colocan los pescadores de caña locales. Y con notable éxito. Pocas veces he visto tantas manchas de tinta negra en el suelo.
Desde Malpica salimos en bote hacia Sisargas. Nos llevó O Botero, Pol Blanco. No sólo nos llevó, sino que tras atender otros compromisos, volvió y ejerció de guía en la isla, dándonos todo tipo de explicaciones y datos sobre la isla, el faro, la casa de la sirena y lo que hiciera falta. De hecho, él es el que se ocupa de vez en cuando de evitar que los matojos terminen de ocultar la senda a la playa y parte del camino al faro.
Una suerte encontrarlo.
Pero la importancia de esta villa marinera en lo relacionado con los faros es que aquí comienza el camino costero que recorre los faros de la Costa da Morte. Es O Camiño dos Faros. En ocho etapas se llega hasta Fisterra. Son 200 kilómetros por una de las costa más escarpadas y alucinantes que se pueden encontrar. En las inmediaciones del puerto tiene su sede la asociación que gestiona las salidas a esta ruta.
Baliza del dique de abrigo: torreta cilíndrica verde
Altura: 4 metros
Plano focal: 20 metros
Destello
de luz verde cada 3 segundos.
Alcance: 4 millas.
Accesible.
Baliza del muelle: columna cilíndrica verde y blanca
Altura: 3 metros
Plano focal: 8 metros
Dos destellos verdes cada 7 segundos.
Alcance: 1 milla
Accesible.
martes, 1 de noviembre de 2022
Sobre la tumba de un rey al que robaron
Cuatro destellos blancos en periodos de 20 segundos.
Alcance: 23 millas.
martes, 25 de octubre de 2022
San Antón, el protector de la ciudad
Esta es la segunda mitad de la segunda razón de mi paso veraniego por A Coruña. Es la baliza verde del castillo de San Antón. Esta sí está en servicio. También la encontré gracias a la guía de González Muñiz.
Es accesible, pero en el horario del Museo Arqueológico e Histórico de la ciudad. Y como Murphy y su ley son Murphy y su ley, pues el día que fuimos ya estaba cerrado. Una pena, me tuve que conformar con verla de lejos. Pero fue para bien y sorprendente. Ofrecía una vista que integraba la arquitectura antigua del castillo de San Antón con el paisaje urbano de la A Coruña actual de fondo, equilibraba la industria del siglo XIX (el faro es de 1861) con la del siglo XX y XXI, las grúas portuarias. Quedaba curioso.
Este castillo, y por tanto la luz que se encuentra en su patio, está en un islote a la entrada de la bahía de A Coruña. El edificio tenía la misión de proteger a cañonazos la ciudad. Que se lo pregunten a Francis Drake, el pirata-corsario de la reina Isabel de Inglaterra (la que lleva más tiempo muerta), que no se ganó aquí su título de sir.
Pero antes de la fortaleza hubo una capilla dedicada a san Antón que también servía de lazareto para las cuarentenas de marinos y viajeros con enfermedades infecciosas. O sea, protegía a la ciudad de enfermedades y epidemias. Y como suele ser habitual en este tipo de instalaciones de uso variable, hubo un tiempo en que fue prisión. Otro nuevo galón protector, este del orden y la seguridad pública.
Para completar este currículum de ángel de la guarda, levantaron esta baliza para proteger la entrada de los buques y navíos al puerto y terminaron por dar un uso cultural al edificio en 1968 con la apertura del actual museo y custodiar el patrimonio histórico.
Por cierto, san Antón es el patrón protector de los animales.
Ah, casi se me olvida, el islote ya no es tal, está unido por una pasarela a tierra. Se puede llegar en coche hasta la puerta. Otra cosa es poder aparcar.
Altura: 6 metros
Plano focal: 17 metros
Dos destellos
de luz verde cada 7 segundos
Alcance: 5 millas.
Visitable y accesible.
martes, 18 de octubre de 2022
En Oza sí parece que tiene éxito
Os presento a la primera mitad de la segunda razón de mi paso veraniego por A Coruña. Es la baliza de Oza. Como podéis suponer, la primera razón para venir a esta ciudad no es otra que la Torre de Hércules, pero de esto ya hablaremos otro día.
En cuanto a la baliza de Oza, no sabía nada de su existencia hasta que llegó a mis manos La guía completa de faros del Cantábrico y Galicia, de Félix González Muñiz. Ya le dediqué esta entrada.
Puesta en marcha en 1917, la baliza de Oza tenía como objetivo señalar la entrada a la ría de A Coruña por el norte. Formaba parte del mismo sistema de luces de ayuda que las de Mera. Quince años más tarde se remodeló y se le añadió otra luz para convertirla en una enfilación. Pero no duró mucho, ya que la construcción de un dique de abrigo en la zona en 1955 obligó a desplazar esta enfilación hasta la punta de Fiateira. Finalmente, en 1963, dejó de estar en servicio.
Y desde entonces es un ejemplo más de qué se puede hacer con estos edificios en desuso que han perdido su principal función. Son un patrimonio industrial (no olvidemos que es un edifico con una función muy específica), arquitectónico y, en este caso particular, también urbano. Su ubicación es impresionante, vigila a sus pies la concurrida playa de Oza, el Club Marítimo del mismo nombre, la dársena y el varadero para los barcos pesqueros. A su espalda está el Hospital Marítimo de Oza y algún centro universitario.
Sé que ha habido varios intentos de darle vida y convertirlo en un centro de actividades culturales y sociales. La Asociación Armada Invencible lo tuvo un tiempo a su disposición. La Autoridad Portuaria cedió su uso al Ayuntamiento y desde 2018 es un espacio abierto que los empadronados coruñeses pueden solicitar para cualquier clase de eventos, tanto privados como públicos que no sobrepasen un aforo de 50 personas. Con la pandemia de 2020 se clausuró, pero en verano 2021 volvió a la vida. Y ahí sigue con el calendario de octubre casi lleno.
Lo dicho, un ejemplo. Y una demostración práctica de que no tiene que ser siempre un hotel la solución. Hasta donde yo sé no hay visitas abiertas a la linterna, pero quizá es que no me he enterado.
Altura: 7 metros
Plano focal: 56 metros
Fuera de servicio.
Accesible.
martes, 11 de octubre de 2022
Visitar al farero siempre es bien, aunque ya no esté
Esta es una entrada rápida a caballo entre dos luces. De hecho, es sobre un edificio que se levanta entre las dos torres de Mera y corresponde al antigua casa del farero. En su interior se ubica el Aula do Mar.
Este espacio, que entró en funcionamiento gracias a un convenio firmando por el Concello de Oleiros y la ya desaparecida Fundación Arao, actúa como centro de recepción de los visitantes del Monumento Natural Costa de Dexo-Serantes. Cuenta con una exposición interpretativa permanente sobre la Costa de Dexo-Serantes, miradores y una amplia terraza. Alberga una exposición interpretativa permanente, distribuida en dos salsas y dos miradores acristalados, un laboratorio, espacios para la proyección de audiovisuales y puntos de observación ornitológica.
Destacan la reproducción de una furna (una cueva excavada por el mar en un acantilado) en la que se pueden percibir sus sonidos y olores reales, así como conocer la flora y la fauna y la de un percebeiro a tamaño natural en plena faena. También hay una sala con varias luces y lentes de señalización marítima y ayuda a la navegación.
En el Aula do Mar se ofrece información sobre las conductas aconsejables dentro del Monumento Natural para causar el menor impacto posible en el entorno y sobre rutas de senderismo que recorren el paisaje.
martes, 4 de octubre de 2022
Cuando la pequeña es la favorita
Hay que ver cómo cambian las cosas con la perspectiva y el paisaje. Si en su soledad, Mera posterior, la hermana mayor. resulta impresionante, solemne, altiva y también algo solitaria y recogida sobre sí misma, su hermana menor, Mera anterior se presenta pizpireta, alegre, vistosa y sociable. Abierta sobre la bahía que da enrada a la ría de A Coruña, con todo el océano ante ella, la vecindad de la Torre de Hércules con la que intercambiar destellos y saludos, son numerosas las embarcaciones que asus pies desfilan y más todavía los paseantes que por su lado recorren la senda que bordea la punta del mismo nombre.
La luz lo es todo. Y el mar. Porque no es lo misno un faro recortado contra el cielo y sobre un paisaje de arbustos compactos y bajos (por mucho encanto que tenga en los páramos de Northumberland) que destacar entre el cielo y el mar en un día de sol.
Por eso Mera anterior se lleva la fama y las fotos. Pedidle a tío Google (o a otro buscador de vuestra elección, que los de California no me pagan por usuario. Bueno, en realidad ni por eso ni por nada) una búsqueda rápida con "faros de Mera" y veréis cual de los dos es el preferido. Y así ha sido desde 1917, cuando se pusieron en marcha.
Altura: 14 metros
Plano focal: 56 metros
Destello de luz blanca y roja. En el sector 0º a 23º, luz roja; entre 23º y 100,5º, oscurecida; roja de nuevo en el sector 100,5º-105,5º; luz blanca entre 105,5º y 114,5º, y roja desde d1055º a 151. Ocultaciones cada cuatro segundos
Alcance: 8 millas.
Visitable y accesible.
martes, 27 de septiembre de 2022
Monumental y algo sola
En el anterior viaje por los faros gallegos me dejé llevar por el entusiasmo de ver la Torre de Hércules y me salté la enfilación de Mera, a la entrada de la ría de A Coruña. No le di importancia. Pero con el tiempo me fui percatando de que había pasado por alto algo serio, por lo que este verano de 2022 decidí enmendar mi error.
La verdad es que mereció la pena.
Las luces de Mera son una enfilación. Es decir, son dos luces alineadas que marcan un rumbo determinado para salvar algún obstáculo escondido que los barcos deben evitar para llegar a puerto o salir hacia mar abierto. En este caso ayudan a esquivar el bajo conocido como las Yacentes. Para entrar en la ría, el buque se alinea con las luces de Mera, pone proa a ellas y cuando por estribor aparece la enfilación de punta Fiateira es momento de virar hacia esta.Y es curiosa la sensación que dan estas torres cuando se ven desde tierra.
Las hermanas Mera son muy similares y se llevan tres metros, siendo la posterior más alta. Unos 300 metros las separan y la carretera de acceso pasa justo por debajo de Mera posterior. La impresión que da verla es de monumentalidad. Es una torre octogonal blanca rematada con balconcillo y una linterna de cúpula azul. La flanquean dos contrafuertes que se unen a la torre por cinco arbotantes. Al admirar este edificio de abajo arriba, se magnifica y sueltas un "woah". Además, no hay a su lado nada que le haga sombra, solo un pino muy superado por la torre. Cuando te acercas a su hermana, la ves desde arriba y parece más pequeña de lo que realmente es. Comparas impresiones y Posterior 1- Anterior 0.
Pero entonces te das la vuelta para volver a admirarla y viéndola recortada contra el cielo, sin nada alrededor, sola en un paisaje de matojos compactos y bajos, te da un cierto bajón. Verla aislada hace querer ser la pequeña, que cuenta con la vecindad del Aula de Aula del Mar Centro de Visitantes de Monumento en Natural Costa de Dexo-Serantes y junto a ella pasa un animado sendero que recorre esta costa. Posterior 1 - Anterior 1.
En la tanda de penaltis para el desempate que supone contemplar las dos desde la azotea del Aula del Mar, el tanto de la victoria se lo suele llevar la hermana Anterior, pero depende mucho del estado anímico del observador, de su tendencia a la introspección, a la melancolía o que sea de los que se dejan llevar por la luz y el color.
Altura: 14 metros
Plano focal: 81 metros
Destello de luz blanca de 2 sg cada 8 sg
Alcance: 8 millas.
Visitable y accesible.
martes, 20 de septiembre de 2022
Tengo medio listado
Con este tercer capítulo termino con el preámbulo de la nueva temporada.
En la librería náutica Izaro, de Bilbao, encontré el primer tomo del libro Faros y señales de niebla. Parte I 2021. Editado por el Ministerio de Defensa, es la lista de faros, balizas y señales marítimas desde la francesa isla de Ré en el Charente Marítimo hasta Ilha Brava en el archipiélago de Cabo Verde. Incluye también las Islas Azores, de especial recuerdo y cariño en mi casa ya que allí fue donde empezó todo. Es decir, es la lista de la compra de todos los faros de la Côté Atlantique de Francia (sin la Vendée), la costa cantábrica española, el frente atlántico de España y Portugal (hasta cabo Trafalgar) y toda la costa atlántica de África desde el marroquí cabo Espartel hasta la frontera sur de Senegal, más los archipiélagos ya nombrados y las Islas Canarias. Esta es la versión web.
Ofrece los números nacionales e internacionales de las señales; su nombre y localización; longitud y latitud; número de luces, apariencia y período de la luz, así como el tipo, las características y período de la señal sonora; elevación sobre el nivel del mar; alcance nominal; descripción del soporte y altura sobre el terreno, y observaciones y datos complementarios.
En resumen, una publicación técnica para marinos y navegantes que algunos curiosones consultamos.
En algún momento tendré que hacerme con el volumen II, que cubre el arco mediterráneo que va desde la frontera este de Argelia hasta los Alpes Marítimos franceses, en la muga con Italia, pasando por el Estrecho. Lo que no entra es Córcega.
En este libro voy marcando mis muescas, mis trofeos de caza. Y me queda mucho por llenar.
martes, 13 de septiembre de 2022
Documentación para un viaje
A veces se nos olvida, pero antes de iniciar un viaje, sea de vacaciones, de exploración o de ambas cosas, suele ser útil y recomendable documentarse y preparar ciertas cosas con antelación. Este libro-guía-listado me ha sido de gran ayuda para recorrer el último tramo de la costa galega que me faltaba. Es Guía completa. Faros. Cantábrico y Galicia. Del fotógrafo Félix González Muñiz y editado por el propio autor.
Es un recorrido completo por todos los faros del norte peninsular. desde cabo Silleiro, en Baiona, hasta más allá de Higer, en Gipuzkoa, ya que salta a Francia e incluye los de Sokoa y Biarritz. No me cabe duda de que estos dos últimos son un aperitivo de otro trabajo de González Muñiz, ya que acaba de publicar otra guía similar con los de Andalucía (con el que espero hacerme pronto y adentrarme en la Andalucía mediterránea). La única duda es si se internará en Francia antes o después de recorrer Portugal, una vez haya acabado con el litoral español (hala, yo aquí, metiendo presión).
Como ya he dicho, esta obra me ha resultado muy útil. En primer lugar para poder tener localizados los sitios a donde queríamos ir y poder programar cada uno de los días. También aporta datos básicos y elementales de cada torre. Pero además me ha descubierto un par de balizas en A Coruña que no tenía controladas, una en uso y otra ya apagada. O sea que bien.
Junto a él, en la maleta le acompañaba el clásico Rutas por los faros de España, de Aguilar. Los dos se han complementado estupendamente.
martes, 6 de septiembre de 2022
Sorpresa del pasado en un trastero
Comienzo hoy una nueva temporada de Fareando. Septiembre ha llegado y el curso 2022-2023 comienza a correr.
Este verano también ha tenido su viaje para visitar faros (que por primera vez ha sido completamente familiar, con la K-Poper y el Greñas) y en el que me he reencontrado con algunos ya conocidos y he acabado el recorrido por todo el litoral norte peninsular. Me faltaba el tramo entre la Torre de Hércules y Corrubedo.
Pero antes de meterme en harina quiero contar una de esas sorpresas que te da la vida. Una de las que te hacen pensar en que hay un destino escrito para cada cual. No soy de los que creen en eso, pero no puedo negar que hay casualidades llamativas.
A finales de marzo, justo quince días después de la última entrada de la pasada temporada, murió mi suegra, la madre de mi Santa y Paciente. Así que como podéis imaginar ha sido un verano de papeles y limpiezas.
En el trastero de su casa encontramos este lienzo, una pintura del faro de Boujdour, ubicado en el cabo Bojador de la costa atlántica del Sahara Occidental y gestionado por la Dirección de Puertos del Ministerio de Infraestructuras, Transporte y Logística marroquí.
Ella, Arantza, mi suegra, pintaba, pero esta no es obra suya, sino de su marido, de Fernan, a quien yo no conocí ya que falleció unos años antes de que mi Santa y Paciente y yo empezáramos a coscorronear.
No es su mejor obra, además de que está sin terminar y sin firmar, pero ahí está, un faro esperándome en la casa de quienes acabarían siendo mis suegros.
Su historia es sencilla. Según me contó, un tuareg que cayó por Bilbao hace un montón de años le encargó a Fernan que le pintara este paisaje a partir de unas fotos que tenía. La tela es grandecica, como de metro y medio por un metro más o menos. Pero que entre el cliente no pagó según los plazos acordados desentendiéndose del trabajo y que el tema no debió resultar muy inspirador para el artista, el proyecto acabó de cara a la pared en el trastero durante más de 20 años.
No me lo he traído a casa porque no nos cabe en ningún sitio, además de que ya tenemos algunos cuadros suyos en las paredes, pero desde luego que no va a volver al olvido.
Hay que ver cómo se dan las cosas. Destino o casualidad, pero mi suegro me mandó un faro hace más de un cuarto de siglo.
Además, me recuerda un viaje que me gustaría hacer alguna vez: visitar los casi 40 faros que se encuentran bajo la autoridad marroquí, desde el de Ras el Ma (en el Mediterráneo y cerca de la frontera con Argelia) hasta el de Cap Barbas (en el sur del Sahara Occidental, casi en Mauritania). Todos ellos son faros de costa a los que se puede llegar en coche por tierra. Sin duda, un viaje largo y duro pero muy interesante. Hay mucha historia y muchas historias. Y el recorrido, unos 3.000 kilómetros más la vuelta, ya lo tengo mirado. Los puntos marcados son los hitos para calcular la ruta por la costa, no los faros.
martes, 15 de marzo de 2022
martes, 8 de marzo de 2022
Parlamentando en las balizas del rio Adour (Anglet)
Allá por finales de setiembre
llevé a una amiga, Villar (levántate y saluda), hasta Bayona para que comenzará
un nuevo, ya lleva varios y he perdido la cuenta, Camino hacía Santiago. Una
vez hubo sellado su credencial en la catedral y tras los ultreya reglamentarios,
ella puso botas hacia el sur y yo coche hacia el oeste, hacia Anglet.
Yo quería conocer el tramo del
río Adour que desemboca aquí y ver de cerca una de esas torres que llaman
semáforos y que no tengo muy claro qué misión tiene. La verdad es que a pesar
de ser un tramo muy industrial, especialmente la orilla norte, es un paseo muy
agradable y cómodo. Aunque si se hace desde el casco viejo de Bayona, es
una buena caminata.
Las de la imagen son la baliza
verde del muelle sur que da entrada al río Adour y la roja es la del rompeolas
que protege la entrada al río desde el lado norte. La roja de muelle norte, que
hace pareja con la verde, y queda más a la derecha de la imagen, Por cierto, el
lado verde pertenece al departamento de Pirineos Atlánticos y el lado rojo
al departamento de Las Landas.
Como se ve en la foto, esta baliza
sur es el 'parlamento' popular de Anglet y alrededores, donde pescadores y paseantes se
reúnen para arreglar el mundo. Desde este punto y hacia Biarritz, hacia el sur,
arranca una línea de playas con muy buena pinta para los deportes acuáticos. Son
ocho: la Barre, les Cavaliers, des Dunes, de l'Ocean, la Madrague, les
Corsaires, Marinella, Sablres d'Or y de la Chambre d'Amour.
Tengo que volver con la familia
de excursión.
martes, 1 de marzo de 2022
El faro escondido de punta Galea
En octubre pasado volvió por unos días a Bilbao mi prima Itziar (levántate y saluda, por favor), la que vive en Florida desde hace mucho tiempo y a la que dedico todos los años la Maritime Madness que suele organizar la Florida Lighthouses Assotiation y en la participo con un entusiasmo de Final de Copa del Rey. Ahora que lo pienso, suele ser por marzo y tiene que estar al caer la de este 2022. Se trata de un concurso de votación popular por Facebook para elegir el mejor faro de Florida. Para ello los dividen n dos equipos temáticos que van cambiando cada año (en 2021 fue los faros de ladrillo y piedra contra los de metal y en 2020, los de la costa este contra los de la costa oeste). Los emparejan y se vota para ver cual pasa a la siguiente ronda. Pues eso, como la Copa del Rey o un Open de Tenis.
Pero a lo que iba, que me distraigo y me disperso. Aprovechando los escasos días que iba a estar aquí, unos cuantos primos quedamos con ella en Getxo. Como llegué con tiempo, me di un paseo hasta el faro de punta Galea e hice el descubrimiento del día, el faro viejo, el del siglo XIX. Mira que he pasado veces por allí y no me había fijado. Es lo que tiene ir en coche, que te pierdes cosas.
La verdad, resulta un poco complicado verlo si no sabes que está ahí. Lo levantaron dentro de un bastión militar y desde fuera parece una torre del propio fuerte. Duró en servicio medio siglo ya que su poca efectividad en momentos de niebla y su posición interior un tanto alejada de la punta del cabo daban muchos problemas. Su sustituto lo levantaron en una ubicación más adecuada, pero también hubo que trasladarlo otros cincuenta años después. La base del terreno sobre el que se asentaba comenzó a sufrir desprendimientos. A la tercera fue la vencida y el actual, unos 200 metros más al interior, ya lleva 72 años a pleno rendimiento y ha sobrevivido a un intento de convertirlo en un local de restauración.
Ahora sólo me queda buscar los restos del segundo faro. Sé que por la zona está la actual sirena de niebla.
Y ya que estoy contándolo todo, llegué tarde a mi cita con los primos. No les sorprendió la razón.
martes, 22 de febrero de 2022
Mi primer Trinity
Esta postal de faro con el monte Musa al fondo es del faro de punta Europa, en Gibraltar. Es mono y muy británico, parece sacado de una de esas pelis alemanas o suecas en la que nunca llueve y los paisajes son brillantes. Pero eso no es lo importante para mí. Lo importante es que es mi primer faro de la Trinity House. Es mi primer faro británico. Tras Marruecos, España, Portugal, Francia y Argentina, ya tengo un sexto país en la buchaca.
A pesar de lo pequeñico que es tiene un montón de modernidades y por eso puede ser significativo que en 2016 se retirara la óptica tradicional y se sustituyera por dos linternas LED que siendo más pequeñas tengan el mismo alcance. Son similares a las que hay en el nuevo faro de punta Paloma o en el de Barbate. Es el signo de los tiempos y del avance de la tecnología. Ahora la óptica original se expone en la Universidad de Gibraltar.
Pero lo curioso para mí es que la operadora del faro es una entidad privada, la Trinity House.
The Corporation of Trinity House of Deptford Strond, su nombre completo y oficial, es una organización que funciona en el Reino Unido, en las islas del Canal (English para súdbitos de Su Majestad, de la Mancha para los españoles y La Mange para los convecinos de Asterix) y en Gibraltar. Fue fundada en 1514 por Enrique VIII de Inglaterra, durante su época Catalina de Aragón.
Su trabajo se centra en tres áreas:
- La Trinity House Lighthouse Service, que se encarga de la construcción y operación de las ayudas a la navegación: faros, boyas, radares y satélites de posicionamiento global para la radionavegación vía satélite.
- La Charitable Organisation, que promueve la seguridad, bienestar y el entrenamiento de marineros.
- La Deep Sea Pilotage, que otorga licencias a pilotos que operan en alta mar, en especial en el norte de Europa.
Se financia gracias a la tasa Light Dues, que se cobra a los barcos que utilizan los puertos británicos. Para los que visiten Londres, su sede se encuentra en Tower Hill y tendrá un escudo similar al de la foto en su fachada.
Volviendo al faro de punta Europa, también recibe el nombre de faro Trinity y Torre Victoria. Aunque digan que es el faro más al sur de Europa, va a ser que no, ese honor corresponde al de Tarifa
Altura: 19 metrosPlano focal: 49 metros
Luz blanca de isofase de diez segundos y roja de ocultación de 4 segundos cada 10. Blanco los sectores de 66,8º a 125,6º y 197,3º a 42,2º y rojo en el sector 42,2º a 66,8º. Oscurecido en el sector 42,2º y 66,8º.
Alcance: 19 millas la luz blanca, 15 millas la roja.
martes, 15 de febrero de 2022
Punta Carbonera
Iba a decir que el faro de punta Carbonera, en San Roque, es el único faro mediterráneo de la provincia de Cádiz según el documento Los faros de la costa atlántica andaluza, escrito por Teodoro Falcón y publicado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía en 1989, pero me he dado cuenta de que también falta el de Camarinal. Así que me he quedado descolocado. Aunque yo ya venía así. Para mí, de Tarifa hacia el este ya es Mediterráneo, pero no soy ni geógrafo ni gaditano.
En cualquier caso sí es el último hito de nuestro viaje por las costas de Cádiz, ya en la muga con Málaga, En principio, esta sería la siguiente etapa del viaje, pero los imponderables de la vida decidirán.
Ah, y digo último de Cádiz porque el que queda, el bonus track de este recorrido, administrativa y geopolíticamente tiene otra bandera y lo gestiona otra entidad aunque la costa sigue siendo la que es y desde el mar no hay fronteras.
Para la despedida, un faro de almenara, no podía ser de otra manera. Levantado entre el 1989 y 1990 sobre los restos de una torre de vigilancia del siglo XVI, es una torre cónica truncada elucida y con escalera exterior pegada al muro. Enlucida y de color amarillo, se llega a ella por una pista militar, que da servicio a las dos playas de la zona. Una de ellas, la de la Alcaidesa, fue debidamente aprovechada, con comida en chiringuito de postín y varios baños prolongados. Todo tuvo sabor a despedida, a final. No de verano, pero casi.
Y esa melancolía del "esto es todo, amigos", acompañó la visita a punta Carbonera. El aplastante sol del mediodía, el viento que levantaba un polvo fino, un horizonte que hacia mirar hacia el oeste el silencio (si conseguías abstraerte del ruido de la maquinaria de obra que levantaba una urbanización en las cercanías) sonaba a bajada de telón.
Una pena que esta torre no se pueda visitar por dentro y que el plan de reconstrucción no incluyera otra edificación en ruinas, de un verde muy militar que sirviera de refugio y área de explicaciones sobre el entorno, Una especie de museo que explique la historia de la torres de vigilancia y los bunkers que hay en toda la costa.
Altura: 14 metros
Plano focal: 39 metros
Luz blanca de ocultación de 1 segundo en periodos de 4 segundos.
Alcance: 14 millas.
Visible y accesible.
martes, 8 de febrero de 2022
¿Le darán una nueva vida al faro de Isla Verde?
Acabo de darme cuenta de que hay esperanza. Quizá es prematuro, pero, oye, a lo mejor estamos en el buen camino.
Cuando mi Santa y Paciente y yo llegamos al faro de Isla Verde, en pleno puerto de Algeciras, nos desilusionó un poco ver que estaba abandonado y dentro de un recinto amurallado de marcado carácter marcial. Recorrí todo su perímetro buscando el lado bueno para verlo bien. No conseguí nada mejor, pero si me lleve una alegría: lo estaban restaurando.
Para mí, eso es buena señal. Significa que hay alguien que prefiere que no se caiga y que esté cuidado. No solo eso. También se va a convertir en un centro museístico. Solo espero que eso también incluya una visita al faro, aunque su restauración la dejan para un poco más adelante. Se puede leer la información y ver algún vídeo más aquí y aquí. Parece que ser que la apertura al público será en 2023.
Este faro es posterior al fuerte en el que se ubicó, que ya entonces se encontraba en bastante mal estado y no sé si abandonado. Es una sencilla torre octogonal enlucida en blanco y con una linterna clásica. Originariamente una isla, (¿quién lo hubiera dicho con ese nombre? Y ya puestos, ¿de dónde viene lo de verde?), las ampliaciones portuarias acabaron, por un lado, uniéndola a tierra y, por otro, condenándolo al desempleo al ser innecesaria su luz. Pero sus 120 años de servicio le hacen merecedor de todo cuidado y respeto.
Altura: 9 metros
Plano focal: 26 metros
En desuso
Accesible y probablemente visitable en un futuro próximo.
martes, 1 de febrero de 2022
El guardián del Estrecho
Al contemplar el faro de punta Carnero me parece volver al clasicismo fareril del siglo XIX. La torre alta, dominante, de sillares grandes, en la línea de los faros más clásicos del imaginario popular. No sé si es de los de grandes olas rompientes cuando azota el temporal, pero sería lo único que le falta para completar la épica asociada a estas edificaciones.
Emparejado estilísticamente con el de Chipiona y con el desmochado de San Jerónimo, este clasicismo que yo le adjudico de forma completamente subjetiva es lo que lo distingue de sus compañeros de trabajo en una línea de costa que se caracteriza, precisamente, porque sus faros son distintos a los demás. Bien porque se agrupan en los de estilo almenara, bien porque su diseño estético es particular como el de Bonanza, o su solución estructural le da personalidad propia como el de Trafalgar, o es el único metálico en funcionamiento de toda España como el de San Sebastián, o es original y moderno como el de punta Paloma, o como los que pertenecen a la generación austero-funcional nacida en los 90... Los faros gaditanos podrían ser una especie en sí mismos. De esta manera, la variedad hace que el de punta Carnero destaque aún más.
También, su ubicación en el extremo sur de la bahía de Algeciras, recortado sobre el Peñón de Gibraltar, con la costa africana enfrente y vigilando el intenso trafico que pasa por el estrecho, le confiere un espíritu de orgulloso vigía que dan ganas de enrolarse en el cuerpo de fareros de novela. No cuesta nada imaginar a Julio Verne o Emilio Salgari inspirándose en él.
Altura: 19 metros
Plano focal: 42 metros
Cuatro destellos blancos y rojos en periodos de 20 segundos. Blanco el sector entre 18º y 325º y rojo de 325º a 18º.
Alcance: 16 millas la luz blanca, 13 la roja.
Visible y accesible.
martes, 25 de enero de 2022
El recién estrenado faro de punta Paloma
Probablemente este de punta Paloma sea el segundo más joven de los faros españoles después de que se inaugurara en septiembre de 2021 el nuevo faro de Mojácar. El gaditano se iluminó en enero del mismo año, hoy hace 370 días. En ese lugar ya existía otro anterior que fue sustituido por una luz provisional para marcar el bajo de Los Cabezos mientras se levantaba el actual en el mismo emplazamiento.
Acostumbrados a la tradicional imagen del faro de torre coronado con una gran linterna, este resulta sencillo, simple, como inacabado. Pero tiene su atractivo, su puntillo. Entra en el estilo de los modernos, como el de punta Hidalgo en Tenerife. Son distintos y definitivamente modernos, cada uno en su estilo. Además tiene la virtud de integrarse en el entorno destacando lo justo, no es cantoso.
El de punta Paloma es un octógono torsionado de ladrillo caravista. Según el arquitecto que lo ha diseñado, está inspirado en las torres almenara tan características de esta zona costera andaluza. Para que quede más claro os dejo este vídeo editado por la Autoridad Portuaria de Algeciras con motivo de su puesta en marcha.
Faro de Punta Paloma from PUERTO BAHÍA DE ALGECIRAS on Vimeo.
Como tantos otros faros de la zona, está en territorio militar. Mira que vengo de una tierra fronteriza al pie de los Pirineos, llena de restos de antiguos castillos y bastiones militares que así lo atestiguan, pero no había visto tantos acuartelamientos modernos, en uso o abandonados, como aquí, en Cádiz.
De hecho, mi Santa y Paciente y yo llegamos hasta punta Paloma siguiendo las indicaciones de un guardia civil del cuartel de Tarifa. Habíamos aparcado cerca y no encontrábamos ninguna indicación ni en mapas ni en navegadores de cómo llegar, así que optamos por lo más sencillo y tradicional, preguntar al que sabe. El agente, muy majo y amable él, tras darnos las indicaciones necesarias, nos despidió con un consejo: "No dejen ustedes el coche muy lejos de donde vayan, que es terreno protegido y puede que alguno de mis compañeros les diga algo". No hubo tal encuentro, pero seguimos su recomendación por si acaso.
No tuvimos que alejarnos mucho del coche ya que se llega hasta la misma puerta y se puede dar la vuelta completa al recinto paseando. Las vistas son espectaculares.
Hablaba antes de que echaba de menos una linterna clásica y si ya el anterior, derribado por ruinoso en 2007, carecía de ella y la luz salía por una ventada del segundo piso, ahora es más evidente. En la foto de la derecha se ve la nueva luminaria, así, como curioseando su nuevo entorno asomada a un balconcillo. Esta es la heredera de las históricas y clásicas linternas equipadas con lentes Fresnel. Si el viejo Augustin levantara la cabeza... probablemente preguntara por los aspectos técnicos y científicos. Así son los sabios.Altura: 5 metros
Plano focal: 45 metros
Un destello de cada 4 segundos blanco y rojo seguido de una ocultación de un segundo. Blanco el sector entre 10º a 340º y rojo el sector entre 340º y 10º.
Alcance: 10 millas.
Visible y accesible.
martes, 18 de enero de 2022
Liquidando stock
Es una torreta cuadrangular roja.
Plano focal: 12 metros
Un destello rojo cada 5 segundos.
Alcance: 5 millas
Visible
martes, 11 de enero de 2022
Guzmán no vio este faro, pero yo sí
De crío conocí la historia de Guzmán el Bueno cuando sitiado por un jefe moro, este lo amenazó con matar a su hijo si no rendía el castillo. En respuesta, el cristiano le lanzó su propio cuchillo, el nazarí (aliado por cierto del infante Juan, quien guerreaba contra su hermano, el rey Sancho, jefe de Guzmán) mató al joven, el castillo no fue conquistado, y el general ganó honra, riqueza y el sobrenombre de el Bueno. Pero nunca me quedé con la copla de dónde estaba la fortaleza.
Hasta el día que llegué a Tarifa para ver de lejos su faro. Allí me di de narices con mi viejo libro de Historia de la EGB (¿o era el de mi hermana? No me acuerdo ahora de ese detalle) y tenía forma de sólida construcción de piedra encalada. Vaya con el castillo de Tarifa. No sé si la historia del cuchillo es cierta, pero ese fortín es tan espectacular que te crees cualquier cosa. Hay que dar las gracias a las autoridades correspondientes por tenerlo así de cuidado y de accesible.
Algo que no pasa de momento con el faro aunque los munícipes locales se han puesto manos a la obra para solucionarlo. Hay que ver qué manía con mantenerlos fuera del alcance de posibles visitantes. Vale que está en un terreno militar, no es el único, pero hace años que las instalaciones están en desuso y la ubicación es perfecta para crear un centro relacionado con las actividades de aire y mar que han hecho famosa a la localidad y agrupar en él a las empresas que se dediquen a ellos. Por poner un ejemplo.
Hasta este verano de 2021, para ver el faro había que encomendarse a los santos. En concreto al de la punta del Santo, en el puerto. Un santo que en realidad no es tal, sino una enorme escultura del Sagrado Corazón de Jesús que despide y recibe a los pescadores que van a la faena en sus barcos. Desde la punta de ese espigón se puede ver en todo su esplendor. Que, por cierto, está más allá del cuartel desocupado.
A pesar de Guzmán el Bueno no lo conoció, esta torre de luz es larga historia ya que hay noticias de él a principios del XVIII, cuando se ordenó colocar un fanal sobre la torre almenara que ya existía. La verdad es que Felipe II fue un visionario.
Altura: 33 metros
Plano focal: 44 metros
Grupo de tres destellos blancos y rojos cada 10 segundos Blanco el sector entre 113º a 89º y rojo el sector entre 89º y 113º.
Alcance: 26 millas la luz blanca y 18 millas la roja.
Visible y quizá dentro de poco visitable.