martes, 5 de noviembre de 2019

El gigante cabecirrojo

En el lado norte de la embocadura de la bahía de Arcachón, ya en tierras de la Gironde, se alza el faro de Cap Ferret con su atractiva sección inferior tronccónica blanca y su tercio superior dodecagonal rojo. Y cuando digo que se alza, es que se alza, se levanta, se eleva y se erige todo junto. Sus 258 escalones hasta la base de la linterna lo atestiguan, el ascensor que tiene en su interior (nota: es el segundo de los que conozco que cuenta con un elevador, el otro del que tengo noticia es el de Gorliz, en Vizcaya) lo corrobora aunque no se pueda usar, y el desfibrilador que han instalado al final de la escalera lo certifica.
Pero una vez arriba, tras haber subido despacio para admirar (entre jadeos, inspiraciones profundas y exhalaciones prolongadas) la decoración art decó de su interior, la panorámica sobre la bahía y sobre la región es espectacular. Además, han convertido la barandilla del balcón en una rosa de los vientos y cuenta con paneles explicativos de la orografía y su influencia en la historia local.
Altura 52metros
Plano focal 53metros
Destellos rojos cada 5 segundos.Cuenta con una luz auxiliar blanca de tres destellos cada 12 segundos que cubre el sector 45º-135º
Alcance: 22 millas y 11 millas.
Visitable

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