No me había pasado nunca. Y mira que en estos años he subido y bajado por las escaleras de caracol de unos cuantos faros. Pues bajando del faro de Vallières, también llamado de Saint-Georges-de-Didonne y ubicado en la orilla derecha del estuario de Gironde, me mareé. No sé si porque es una escalera de radio corto, porque bajé muy rápido, porque la penumbra del interior te obliga a fijar la vista en los estrechos peldaños, por todas ellas juntas o por cualquier otra razón que no se me ocurre, pero el caso es que llegué abajo y el paisaje me daba vueltas. Cuando, apoyado en el quicio de la puerta, se lo comenté a mi Santa y Paciente, me contestó que a ella también se le iba la cabeza. Después de la experiencia miramos con mucho respeto, y algo de temor, los 144 escalones de esta torre cuadrada de piedra, que será bajita pero se cobra su peaje. Estará en desuso como faro de arribada, pero hay que seguir teniendo cuidado.
Altura 29 metros
Plano focal 46 metros
En desuso
Visitable
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