martes, 3 de diciembre de 2019

Con los pies en la arena

El faro de la Coubre, en los arenales de lo que llaman le Coutage Sauvage de la comuna de la Trenblade (Charente-Maritime), es a pesar de su sólida apariencia un ejemplo más de arquitectura efímera. El de la foto es el segundo faro de la zona, ya que el primero acabó cayendo víctima de un terreno traicionero. Ese primero, construido de piedra y puesto en servicio en 1895 a un kilómetro y medio de la costa duró algo menos de 10 años. La erosión marina y el avance del océano lo derrotaron. En 1905 y de hormigón armado, se levantó el actual a otro kilómetro y medio del anterior. Ha durado cien años, pero el mar vuelve a estar ahí mismo, a 100 o 200 metros. El pasado mes de noviembre fueron muchos los vecinos y aficionados a los faros franceses que siguieron con atención el traslado del faro de Rubjerg Knude y comienzan a ver vídeos del traslado del de Cabo Hatteras (EEUU) en 1999, que fue llevado con sus 61 metros de altura y 4.500 toneladas 884 metros hacia el interior.
A modo de curiosidad, y si la documentación no me falla, es el primer faro que conozco en el que su plano focal es inferior a su altura.

Altura 65 metros
Plano focal 64 metros
Dos destellos blancos cada 10 segundos. Cuenta con una luz auxiliar roja fija que cubre el sector 30-42º, verde fija para el sector 42-60º y roja fija para el 60-110º.
Alcance: 28 millas
Visitable (300 escalones)

2 comentarios:

xxchema dijo...

Muy interesante esta entrada, como el resto por supuesto.

Juan Miguel dijo...

Muchas gracias, espero que te siga gustando.