martes, 9 de junio de 2020

Quita el monasterio que pongo un faro


Ya sé que el título de esta entrada al blog es un tanto escandaloso, o cuando menos exagerado, pero es lo que tienen las revoluciones, que son ruidosas y llamativas. En la punta de Saint Mathieu, casi en el extremo más occidental del Finisterre francés, ha existido desde el siglo XIII una luz que guía a los navegantes. Los monjes del monasterio que por aquel entonces existía en estos acantilados ya encendían en una de sus torres un fuego para señalar su posición a los barcos en el mar de Iroise (un área cuasitriangular que tendría como vértices la isla de Ouessant al norte, la de Sein y la punta de Raz al sur y a la entrada a la rada de Brest por el este). Y así siguió la cosa hasta que llegó la Revolución Francesa, cuando el monasterio fue abandonado y sus restos comprados por un particular, un tal Budoc Provost, que  prometió mantener encendida la luz de la torre.
El statu quo se mantuvo unos 40 años hasta que la autoridad competente, o sea, la Marina francesa, decidió construir el actual faro. Esta decisión supuso el derribo de la antigua torre y de parte de la cabecera del monasterio para hacer sitio a la amplia base circular sobre la que se eleva la torre. Pero eso sí, mantuvieron el resto del edificio.
Saint Mathieu fue mi primer encuentro con un faro turístico francés. Le falla el espacio de aparcamiento, pero todo lo demás está perfectamente organizado: la tienda, el museo, la visita, los servicios auxiliares. Es más, tras adquirir las entradas y descubrir que también servían para visitar el faro de Trézien (Nota mental: satisfacción por descubrir que mi nivel de Francés de 8º de EGB-actual 2º de la ESO de hace 40 años aún me permite entender y hacerme entender más allá de los Pirineos), la guía-vigilante de la linterna avisó a una compañera que hablaba español para que subiera a explicarnos lo que necesitáramos (Apunte a la Nota mental: tu nivel de Francés de 8ª de EGB no es para tirar cohetes, no te vengas arriba). Como casi siempre, un ejemplo a seguir, que no todo tienen que ser hoteles.
Por cierto, en Francia también andan desescalándose y desconfinándose, y esta es una  noticia del Ouest France sobre la reapertura a las visitas del faro de Saint Mathieu publicada el pasado domingo.

Altura 37metros
Plano focal, 56 metros
Un destello blanco cada 15 segundos
Alcance, 29 millas
Visitable.163 peldaños.

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