A pesar de ser blanca y roja, a pesar de que todas las noches brilla su luz, a la baliza roja de la entrada del puerto de La Rochelle no le cunde su esfuerzo. Estar a la sombra de la Torre de San Nicolás hace que se desvíe la atención. Ubicada al final del espigón del puerto viejo y con la compañía de un pino piñonero (creo), cumple su función de pareja de baile como luz de enfilación con la baliza verde de Quai Valin, cuya esbeltez también contribuye a restarle la atención de los paseantes y turistas.
Altura 14 metros
Plano focal 15 metros
Un destello blanco cada segundo
Alcance: 14 millas
Accesible
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