martes, 18 de febrero de 2020
Faro medieval, prisión de piratas y símbolo de la ciudad
La Torre de la Linterna, la Tour de la Lanterne. El nombre lo dice todo. Esta torre, una de las tres que quedan en la muralla que protege el puerto de La Rochelle, tuvo como función primigenia guiar a puerto a los barcos que arrivaban a la ciudad, siendo uno de los faros más antiguos (del siglo XV) de la costa atlántica francesa. También era la que se encargaba de desarmar a los que querían entrar al puerto para evitar ataques sorpresa.
Allá a medidados del siglo XVI se la apodó la Tour des Prêtres debido a que se alojó en ella, en un primer momento, a un grupo de trece sacerdotes que se oponía al derribo de unas iglesias para poder ampliar la muralla y que días más tarde, en un segundo momento, fueron desalojados por las bravas y desde lo alto. Este hecho fue recordado y repetido un par de siglos más tarde con otros cuatro curas. El motivo fue la Revolución Francesa. Con el correr de los tiempos, convulsos casi todo ellos, dejó de brillar y pasó a ser prisión. Era allí donde encerraban a marinos y piratas, quienes dejaron su huella en las paredes grabanado en la piedra sus nombres y dibujos varios.
En la actualidad se ha convertido en un atractivo turístico más de La Rochelle, y junto con la Torre de la Cadena y la Torre de San Nicolás forma parte de su identidad visual, especialmente si se llega desde el mar.
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