martes, 16 de noviembre de 2021

Y hasta aquí llega el arrecife

 

Cuando la semana pasada me puse pedante y me lié a hablar de fenicios, templos de Melkart, guerras de Troya e islas desaparecidas no fui del todo preciso. Las antiguas islas de Erytheia, Kotinoussa y una tercera, la de Antípolis, siguen existiendo, pero sus perfiles han cambiado. Tanto la acción del hombre como la de la naturaleza han ido modificando el entorno y si 3.000 años después Julio César o Aníbal el Cartaginés quisieran volver a los escenarios de sus correrías juveniles tendrían serios problemas para reconocer algunos de los lugares.

Antípolis, después renombrada isla de León, está prácticamente unida a la península por una marisma y casi completamente cubierta por el municipio de San Fernando. Diversos caños (Nota Mental: tengo que buscar la definición geográfica de este término), en especial el de Sancti Petri, mantienen viva la noción de isla. Por su parte, las de Erytheia y Kotinoussa, luego isla de San Pedro, se han fusionado gracias a la expansión de Cádiz desde la antigua Gadir por el norte de San Pedro y hacia el sur de esta. Los sedimentos depositados por el Guadalete después de 30 siglos han acabado creando otra marisma que une el este de San Pedro con León. El antiguo archipiélago de Gadeiras ha dado paso (o está dando paso, que la velocidad geológica es la que es) a una península.

¿Y adónde quiero llegar con este ataque de sabiondez googlenísta? Pues a la foto de ahí arriba. Porque a lo largo de todo este tiempo no solo han habido arrejuntamientos, también desgajes y uno de ellos es la actual isla de Sancti Petri. Superficialmente separada, queda una rasa mareal bastante estrecha que marca el antiguo límite costero de Kotinoussa. En el extremo más alejado se encuentra la llamada punta del Arrecife, un peligro que las autoridades marítimas del ramo lo han señalado con una marca cardinal oeste. 

Las marcas cardinales se utilizan para señalar la presencia de puntos especialmente peligroso e indicar el cuadrante, norte, este, sur u oeste, por el que deben ser sobrepasados. Los cuatro cuadrantes están limitados por las marcaciones verdaderas NW, NE, SE, SW tomadas desde el obstáculo. 

Esta señal de punta de Arrecife es oeste y se identifica visualmente por sus colores, tres franjas horizontales amarilla-negra-amarilla y el remate de dos conos superpuestos unidos por sus respectivos vértices. El indicativo luminoso es de nueve destellos cada 10 segundos.

Para observadores atentos, la línea de espuma blanca que llega hasta el poste desde la isla de Sancti Petri es también una buena señal de que ahí hay una rompiente oculta de la que más vale mantenerse alejado.

Al fondo, medio borroso medio desenfocado, me dice mi amigo Manuel, gaditano de pro trasladado a Navarra, (levántate y saluda) que es el puente de la Constitución de 1812,  La Pepa, (yo lo había identificado como el de José León de Carranza), se levanta por detrás de la playa del Chato (creo).

Altura focal: 9 metros
Señal visual: dos conos en la parte superior opuestos por sus puntas
Grupo de 9 centelleos blancos cada 10 segundos.
Alcance: 3 millas
Visible y se aconseja no acercarse.

No hay comentarios: