martes, 6 de septiembre de 2022

Sorpresa del pasado en un trastero

 

 

Comienzo hoy una nueva temporada de Fareando. Septiembre ha llegado y el curso 2022-2023 comienza a correr.

Este verano también ha tenido su viaje para visitar faros (que por primera vez ha sido completamente familiar, con la K-Poper y el Greñas) y en el que me he reencontrado con algunos ya conocidos y he acabado el recorrido por todo el litoral norte peninsular. Me faltaba el tramo entre la Torre de Hércules y Corrubedo.

Pero antes de meterme en harina quiero contar una de esas sorpresas que te da la vida. Una de las que te hacen pensar en que hay un destino escrito para cada cual. No soy de los que creen en eso, pero no puedo negar que hay casualidades llamativas. 

A finales de marzo, justo quince días después de la última entrada de la pasada temporada, murió mi suegra, la madre de mi Santa y Paciente. Así que como podéis imaginar ha sido un verano de papeles y limpiezas. 

En el trastero de su casa encontramos este lienzo, una pintura del faro de Boujdour, ubicado en el cabo Bojador de la costa atlántica del Sahara Occidental y gestionado por la Dirección de Puertos del Ministerio de Infraestructuras, Transporte y Logística marroquí. 

Ella, Arantza, mi suegra, pintaba, pero esta no es obra suya, sino de su marido, de Fernan, a quien yo no conocí ya que falleció unos años antes de que mi Santa y Paciente y yo empezáramos a coscorronear. 

No es su mejor obra, además de que está sin terminar y sin firmar, pero ahí está, un faro esperándome en la casa de quienes acabarían siendo mis suegros.

Su historia es sencilla. Según me contó, un tuareg que cayó por Bilbao hace un montón de años le encargó a Fernan que le pintara este paisaje a partir de unas fotos que tenía. La tela es grandecica, como de metro y medio por un metro más o menos. Pero que entre el cliente no pagó según los plazos acordados desentendiéndose del trabajo y que el tema no debió resultar muy inspirador para el artista, el proyecto acabó de cara a la pared en el trastero durante más de 20 años. 

No me lo he traído a casa porque no nos cabe en ningún sitio, además de que ya tenemos algunos cuadros suyos en las paredes, pero desde luego que no va a volver al olvido.

Hay que ver cómo se dan las cosas. Destino o casualidad, pero mi suegro me mandó un faro hace más de un cuarto de siglo. 

Además, me recuerda un viaje que me gustaría hacer alguna vez: visitar los casi 40 faros que se encuentran bajo la autoridad marroquí, desde el de Ras el Ma (en el Mediterráneo y cerca de la frontera con Argelia) hasta el de Cap Barbas (en el sur del Sahara Occidental, casi en Mauritania). Todos ellos son faros de costa a los que se puede llegar en coche por tierra. Sin duda, un viaje largo y duro pero muy interesante. Hay mucha historia y muchas historias. Y el recorrido, unos 3.000 kilómetros más la vuelta, ya lo tengo mirado. Los puntos marcados son los hitos para calcular la ruta por la costa, no los faros.



2 comentarios:

Vuelta Iberica de los Faros dijo...

Buenas tardes

Yo he tenido la oportunidad de "visitar" algunos faros de Marruecos, por si te puede ser de ayuda están em mi blog: https://vueltaibericafaros.blogspot.com/

Un saludo

Juan Miguel dijo...

Guay. Muy interesante. Y me hago idea de algunas carreteras. Gracias