La baliza de Carrumeiro Chico es una marca de peligro aislado a cuyo alrededor las aguas son navegables. Una torre negra con, en este caso una banda central roja. En el tope tiene dos bolas superpuestas que complementan el aviso. Se encuentra en la ría de Corcubión, a medio camino entre cabo Cee y las islas Lobeiras.
Su labor es avisar de la presencia de una peña sumergida, Carrumeiro Chico, que cuenta a sus espaldas con un nutrido historial de naufragios. De hecho, la zona recibe el sobrenombre de Cementerio de los Vapores Griegos. Pero son unos pocos los de esa bandera, el Manoussis, que naufragó en 1920, el Constantinos Pateras en 1922 y el Mount Parnes en 1935. A ellos hay que sumar los barcos británicos Rosalie en 1905 y Albión en 1908), el ruso Maria en 1910, además de restos de embarcaciones del siglo XVI y del XIX. Creo, que en la ría hay hasta diez pecios que han entrado en el plan de protección de yacimientos subacuáticos.
Bajo el agua se localizan calderas de los viejos vapores, anclas, restos de los cascos y estructuras de los buques. Además, dicen quienes lo han visto, que los cargamentos de mineral hundidos han formado una especie de playa submarina muy interesante.
Está claro que esta señal de aviso está más que justificada.
Altura: 8 metrosPlano focal: 10 metros
Dos destellos blancos cada 15 segundos.
Alcance: 10 millas.
Accesible en embarcación