martes, 18 de octubre de 2022

En Oza sí parece que tiene éxito

Os presento a la primera mitad de la segunda razón de mi paso veraniego por A Coruña. Es la baliza de Oza. Como podéis suponer, la primera razón para venir a esta ciudad no es otra que la Torre de Hércules, pero de esto ya hablaremos otro día. 

En cuanto a la baliza de Oza, no sabía nada de su existencia hasta que llegó a mis manos La guía completa de faros del Cantábrico y Galicia, de Félix González Muñiz. Ya le dediqué esta entrada.  

Puesta en marcha en 1917, la baliza de Oza tenía como objetivo señalar la entrada a la ría de A Coruña por el norte. Formaba parte del mismo sistema de luces de ayuda que las de Mera. Quince años más tarde se remodeló y se le añadió otra luz para convertirla en una enfilación. Pero no duró mucho, ya que la construcción de un dique de abrigo en la zona en 1955 obligó a desplazar esta enfilación hasta la punta de Fiateira. Finalmente, en 1963, dejó de estar en servicio. 

Y desde entonces es un ejemplo más de qué se puede hacer con estos edificios en desuso que han perdido su principal función. Son un patrimonio industrial (no olvidemos que es un edifico con una función muy específica), arquitectónico y, en este caso particular, también urbano. Su ubicación es impresionante, vigila a sus pies la concurrida playa de Oza, el Club Marítimo del mismo nombre, la dársena y el varadero para los barcos pesqueros. A su espalda está el Hospital Marítimo de Oza y algún centro universitario. 

Sé que ha habido varios intentos de darle vida y convertirlo en un centro de actividades culturales y sociales. La Asociación Armada Invencible lo tuvo un tiempo a su disposición. La Autoridad Portuaria cedió su uso al Ayuntamiento y desde 2018 es un espacio abierto que los empadronados coruñeses pueden solicitar para cualquier clase de eventos, tanto privados como públicos que no sobrepasen un aforo de 50 personas. Con la pandemia de 2020 se clausuró, pero en verano 2021 volvió a la vida. Y ahí sigue con el calendario de octubre casi lleno. 

Lo dicho, un ejemplo. Y una demostración práctica de que no tiene que ser siempre un hotel la solución. Hasta donde yo sé no hay visitas abiertas a la linterna, pero quizá es que no me he enterado.

Altura: 7 metros
Plano focal: 56 metros
Fuera de servicio.
Accesible.

 

No hay comentarios: